PoR LeO BauTisTa
Quiero sacarme sangre -cada gota-, echarla al mar por la borda de este barco silente: dejar un rastro que se borre con mis pasos. Veo como se hunde entre las olas esta sangre mía, sólo mía.
Guardo silencio, pronuncio mi nombre para ver si algún eco de la soledad se disfraza de un rostro nuevo, espero: no viene en mi ayuda… Quedan sólo las horas de las cuatro y media de la alborada para saber que todo ha terminado.
Camino para tocar tu hombro y pronunciar un antiguo hechizo, susurraré a tu oído. Será la hora en que me extinga, extendido mi ser hacia el universo: borraré de ti cada recuerdo, porque mi sangre esta maldita mientras cargue el eco de tu nombre, el rastro de tu semen…
Ahora soy mujer libre.
Maldigo este espacio en que deje los fetos de tu amor cobarde. Cobro el precio de perderme en tus brazos sin preguntar cuando vuelves. Tejo mi angustia en tu ausencia mientras tú robas mis últimos latidos…
Lloras un último aliento… y mientras mi sangre derramada se une a la tuya mis manos escarban en tu costado para saciar esta sed: tu corazón en mis manos es la victoria. Tu sacrificio al fin me pertenece, ya no habrá Circe ni Calipso: soy Medea realizada.
Quiero sacarme sangre -cada gota-, echarla al mar por la borda de este barco silente: dejar un rastro que se borre con mis pasos. Veo como se hunde entre las olas esta sangre mía, sólo mía.
Guardo silencio, pronuncio mi nombre para ver si algún eco de la soledad se disfraza de un rostro nuevo, espero: no viene en mi ayuda… Quedan sólo las horas de las cuatro y media de la alborada para saber que todo ha terminado.
Camino para tocar tu hombro y pronunciar un antiguo hechizo, susurraré a tu oído. Será la hora en que me extinga, extendido mi ser hacia el universo: borraré de ti cada recuerdo, porque mi sangre esta maldita mientras cargue el eco de tu nombre, el rastro de tu semen…
Ahora soy mujer libre.
Maldigo este espacio en que deje los fetos de tu amor cobarde. Cobro el precio de perderme en tus brazos sin preguntar cuando vuelves. Tejo mi angustia en tu ausencia mientras tú robas mis últimos latidos…
Lloras un último aliento… y mientras mi sangre derramada se une a la tuya mis manos escarban en tu costado para saciar esta sed: tu corazón en mis manos es la victoria. Tu sacrificio al fin me pertenece, ya no habrá Circe ni Calipso: soy Medea realizada.
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