jueves, 17 de septiembre de 2009

Crónica del amor desesperado…

PoR LeO BauTisTa

Caminó toda la noche sin rumbo, iba tomado, no quería incurrir en el patrón de destrucción al cual se había acostumbrado.
Seguía rondando las avenidas. De pronto sin pensar, siguió su impulso masoquista, entro al cajero, saco dinero y en pocos pasos sobre Insurgentes entro al lugar de citas a oscuras. Cogió con cuatro, hasta donde recuerda uso condón, tuvo un oral sin protección, más de cinco lo rechazaron y no supo qué hacer: “no podía verlos”…
No juzga a quienes lo hacen, lo que no soporta es el vacio y la soledad, aunque sabe se dispone para vivir así.
Ahora no sabe qué hacer con la culpa… Cuenta las horas de su destrucción y le da miedo… ¡Qué fácil es acostumbrarse a no ser feliz! Lo difícil es el amor propio.
Caminó toda la noche… Sigue sin rumbo: sueña con hacer lo inimaginable, lo hasta ahora desconocido…
-Quiero hacer el amor y amanecer con uno, el mismo cada día.
- No es sencillo.
-… lo difícil es amarme yo…
No sabe qué hacer con la culpa, sin rumbo… caminó… sigue.
Ahora dice confiar en él.
Busca el amor desesperado.

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