Por LeO BauTisTa.
Yo no soy un poema...
carne y hueso que esculpen los días...
No soy gloria del deseo, ni reino
de luz,
pero soy el misterio de la soledad
el fracaso en el misterio del amor
la promesa, ilusión de estar,
mañana...
- ¿Te vas?
- ...
- ¿Te has ido?
-...
“Y entonces, el
viajero miró vacia la cama, sin
crucifijo ni rosario... Sin aquella aura que encarnó la historia antigua, ni
días de soles, ni lunas llenas...”
Camino por la calle viendo
rostros enrarecidos por el tiempo, compro un te y una toronja; sigo. Ayer, aún
te veía en los rostros ajenos. Hoy tengo la paz del reino y la luz de los días
de verano. Te has ido, y yo también: el futuro me ha alcnazado, ya no dueles.
“Santa María, madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.”
Han sido las caidas y el
sacrificio. La sangre derramada, el llanto que ahoga... Pero también la paz del
entierro y la gloria del reino, resurrección, retorno, luz y mar.
- ¿Cómo estas?
- Bien. ¿Y tú?
- Bien. También.
“Al aullido del lobo, el
ganado sintió el acecho, los pastores sigilosos esperaron al alba, entonces
sabrían cuantas perdidas más habían tenido.”
Caminarás el próximo miércoles
por la plaza, al dar la vuelta en el café verás tu nueva sonrisa de ilusiones
rotas. Tendrás en la mano el número y después la cita primera vendrá en el
amanecer del tercer día, antes de que el gallo cante.
Yo, cerraré los ojos el jueves,
al amanecer, el inbox sonará a despertador y tendré el mensaje de vuelos
confirmados. Llegaré a trabajar a tierras desconocidas, encontraré una paz habitual
en la luz de otoño. Miraré la sonrisa del niño que juega y en los andantes de
los caminos encontraré un nuevo sentido.
Más tarde al volver, conoceré
sorpresivo al intelecto ajeno; entonces habré caido de nuevo, el retorno estará
cerca, esperando cauteloso.
Renegaré tres veces antes del
invierno y sin mirar atras iniciare de nuevo.
“ - María, madre de gracia, madre de misericordia, defiéndenos de
nuestros enemigos
y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”
“-Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno
y guía todas las almas al cielo, especialmente aquellas que necesitan
más de tu misericordia.”
Los diccionarios dirán mi nombre
vomitando las palabras
tramando algunas veces el regreso...
“A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo
y llorando, en este valle de lágrimas. […]señora, abogada nuestra, vuelve a
nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos
a Jesús, fruto bendito de tu vientre.”
Yo no soy un poema...
carne y hueso que
esculpen los días...
Soy simplemente lineas
de tiempo,
pasiones,
quimeras al vuelo...