jueves, 23 de febrero de 2012

Misterio primero: la encarnación.

PoR LeO BauTisTa




- ¿Por qué miramos tanto al mar?  No puedo dejar de mirarlo. ¿Por qué no podemos dejar de mirarlo?
- Es el mar. Miralo.
- …
- …

- Nueve misterios, rutina de la muerte…
 ¿Entonces el misterio doloroso del viernes fue?//         ¿Por qué el dolor es placer?
Me duele tu dolor en la confusión
de lo que ha sido.

¿Entonces el misterio gozoso es sábado?... Pero  aquí no encarno al deseo… no hay visitación, me duele el nacimiento de este mi pensar en ti, mientras purifico el recuerdo que  en el cuello deja marcas nunca antes vistas,  entonces me pierdo en la retorica de tus besos. ¡Nunca antes había besado así!


Dios te salve, María; llena eres de gracia; el señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”


- Mira el mar.
- Reconstruyo tu silencio…
- Mira al mar.
- ¿Y si hemos perdido el tiempo? / Aunque es por  todo ese tiempo que ahora te sueño. Te soñé muchas veces. Te miraba caminado a mi lado, leyendo en silencio.
          Grandes paredes blancas, limpísimas,
...en las cuales sumergidos los recuerdos eran pasado.

Antes del tiempo en que tú me miras y yo te miro… ¿Pero no te veo como a otros?/ ¿Por qué tu eres más real y por qué tu eres dueño de mi inspiración? / No te amo, lo sé.


- María, madre de gracia, madre de misericordia, defiéndenos de nuestros enemigos
y ampáranos ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
-Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno
y guía todas las almas al cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.


Ayer volví a soñar el mar… Soñé contigo soñando que te soñaba y al despertar estabas ahí…pero luego vino el mar. Entonces era mi soledad un tránsito por la ciudad, un paseo con perros y un trote más algunos taxis… ¿Estás?
Nunca nadie me había besado así… Era como la primera función, la ansiedad primigenia del deseo. ¿Estás? Marcas profusas, prófugas de mis pensamientos.
       Y deseo ser horma de tus pasos
y que te ciñas a los míos/ Despacio, pero furtivo. Intenso:
     dijiste que no era tan intenso.
         Intenso pero alongado
… En mi sueño dijiste que no era tan intenso. / Público tanto como íntimo.
Te deseo a mi lado.


“…especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.



Ahora el misterio de la escucha, ahora la vida que susurra cambios mientras el deseo anhela. El deseo siempre es anhelo, necesidad, impulso. Te deseo.


“Dios te salve, reina y madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. […]señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
 ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre virgen María!”


Pero no te amo. No te quiero amar porque el amor es como los misterios del viernes: son dolorosos. El amor es una perversión en la cual aprendimos a sufrir, yo no quiero sufrirte.
Miro el mar.

“Ruega por nosotros, santa madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro señor Jesucristo.”

- Algo ha muerto en el mar.
- Algo ha naufragado esta noche.
- Mira el mar.
- ¿Por qué miramos tanto al mar?  No puedo dejar de mirarlo. ¿Por qué no podemos dejar de mirar lo?
- Es el mar. Miralo.