miércoles, 16 de septiembre de 2009

Fabula de la edad

Tantas historias de rupturas y mis ausencias me ponen cursi; debo aceptarlo, soy un amoroso irremediable.
Por LeO BauTisTa


"... el sobreviviente se transforma lentamente
en un ser enorme y abrumador..."
Antonin Artaud; "El teatro y su doble"


No diría que París lluvioso y juntos de las manos es la historia perfecta, la historia perfecta es la que se escribe cada día…

… Era la persona perfecta, quería ser únicamente si misma en la vida, buscaba su pasión sobre de cualquier cosa… emanaba una luz especial, sabía ver en mi aquello que ni yo era capaz de ver, pero amaba a alguien más…
Ese día cruzaba la calle, tire una moneda al suelo sin darme cuenta… tres pasos adelante me asaltaron, era extraño: no vi esa moneda al entregar mis pertenencias.
Volví sobre la avenida y encontré diez pesos, dos pasos más tarde y ante una mirada de dolor y hambre entregue esa moneda a una señora con dos hijos y nada que comer.

Me llamo. Estuvo ahí, pero seguía amando a alguien más.

Yo salía con alguien, había aceptado y asumido mi historia, debía fluir… Sucedió sorpresivamente: ¡un tercer café!…

Al verme comprendió que le acompañaría siempre.

Hace dos años falleció. Vivimos felices…

Es mágico cuando una mirada cambia el rumbo, basta ser verdaderos y seguir el deseo… fluir consigo mismos: eso me enseño cada día. No siempre fue sencillo, pero siempre fuimos los mejores amigos, los mejores amantes…

No hay comentarios: