lunes, 9 de abril de 2012

Misterio Quinto: la pasión.


PoR LeO BauTisTa



-          Mírame.
-          Es mi vida.
-          Mírame.
-          Soy libre.  Silenciosamente libre.
-          Mírame.
-          Libre por decisión. Tú me has hecho libre.
-          Estás…
-          ¡Te he perdido!
-         
-          ¿Estás?
-         
-          Nunca lo sabrás… soy el abismo. Me caigo, por tu ausencia.
-          Palabras fuertes:
 muerte, putrefacto, ausencia… amor.
-          Palabras fuertes:
droga, reclamo, dependencia, auxilio… amor.
-          Yo no soy el origen.
-          Lo sé. Tampoco es que te ame. Yo no quiero sufrir por amor.
-          ¿Has sentido la ansiedad de la perdida? Nunca ante la desaparición del abismo las almas se unen con tanta fuerza. La caída no acaba y…
-          … tu ausencia enferma.
-          ¡Te he perdido!
-          Me perdiste con la desaparición.
Tú crees que no conozco ese miedo al silencio,
… el temor oculto de que estés con alguien más. La incertidumbre pútrida de pensar en la fragilidad donde mis defectos me harán perderte.
Yo memorizo el dolor de esa necesidad indomable de tus besos, la desesperación ante el final embriagante de tu piel.
Temo tu partida y cuando miro ya no estás.
-         
-          ¡Si no me aburriera tanto enamorarte, si no me aburriera tanto esta furia!
-          Cuesta trabajo separarse de aquello que estimula, omitimos la falta, entonces la perdida está ahí en el origen. Siempre estos agujeros:
 obscuridad en la cual te busco y sin mirarte te ignoró…
-          Sólo palabras.
-          Nunca me amaste.
-          No.
Quiero, pero no quiero.
Entonces quiero y busco insaciable / como sabandija en la oscuridad
…  entre los recovecos donde cualquier brillo insólito es una esperanza, entonces quiero.
Y después el blanco mutis de la ausencia.
-          Sólo palabras.
-          Quiero quererte y me han querido querer hasta el hartazgo de la ausencia.
-          Lo sé.
…p e r d o n a
 n u e s t r a s  
 o   f  e   n   s  a  s,

-          Lo sé.

como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación…

Odio esta tierra árida del deseo efímero donde ninguna semilla nace porque todo es vacio.
Odio cuando dices que estas y después llamas y cancelas…
-          Odio cuando miras todo con calma fingiendo que no me amas.
-          Odio tus reclamos y tus quejas.
-          Odio tus pasiones tan perfectas.
-          Te odio.
No
nos
dejes
caer
en la tentación,
…líbranos del mal.
Te amo.
-          Te odio.
-         
-          Te amo…
Sólo sé que ante mi hay una montaña de imperfecciones porque yo mismo soy una montaña de imperfecciones.
-          ¿Y entonces qué?, ¿paciencia?
Me enferma.

-          Te odio.
-          Te amo…
-         
-         
… perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.





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