lunes, 8 de octubre de 2012

Muerte poética de un transeúnte...


Por LeO BauTisTa


La madre perdió la calma
el padre perdió la calma
tres golpes
tres puertas cerradas.

Después una avenida sin rumbo, unos pies perdidos y algunas horas muertas.

Pasillos/pasamanos,
desde el sudor estrecho y el tumulto del transporte,
ese día caminó seguro.

Poesía destilada con estres y dudas
eran las doce del día
sus pies mojados en algún charco de verano
su angustia pasajera
su miedo eternizado.






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